jueves, 28 de agosto de 2008

CUIDADOS Y ADIESTRAMIENTO



CUIDADOS
La atención que debemos prestar al buen estado de sus ojos es esencial, ya que son muy delicados. Los limpiaremos todos los días con un algodón empapado en agua hervida con una pizca de sal, así evitaremos el lagrimeo y una posible obstrucción del lagrimal. Las glándulas anales deberían de ser vaciadas a menudo. Las uñas, cortadas en cada baño. Hay que tener cuidado con los oídos, y limpiarlos a menudo, para evitar infecciones. La abundancia y longitud de su pelo requiere de arreglos regulares para que nuestro Lhasa luzca radiante. Lo bañaremos una vez a la semana con un champú suave, y a continuación aplicaremos bálsamos, suavizantes o mascarillas: Al menos 3 veces en semana debemos cepillarlo con un cepillo de púas metálicas rectas y suaves. Para ello, antes debemos hidratar el pelo para no romperlo, lo que terminaría por abrir las puntas y así el pelo se enredaría con más facilidad. Además, no llegaría nunca a tener el largo que deseamos. Podemos usar un acondicionador en spray bifásico, o mezclar agua con un poco del bálsamo o mascarilla que le aplicamos en el baño. Si no queremos o no podemos ocuparnos tanto de su manto, podemos recortarle el pelo. Hay muchos tipos de corte para ellos. Depende de nuestro gusto y de la habilidad del peluquero. Podemos hacerlo con máquina o con tijera, aunque yo recomiendo esta ultima técnica. Hay cortes como el "teddy", el de Schnauzer, etc. que le quedan realmente bien a un Lhasa Apso. Nunca lo rasuréis, pues además de sufrir mucho, les perjudica a su pelo y a su piel.

ADIESTRAMIENTO PARA EL ACICALADO:
Algunos perros no se dejan peinar, y parece que no les gustara nada su sesión de peluquería. Esto puede deberse a una mala experiencia o malas costumbres. Hay que habituar al cachorro desde muy joven a famirializarse con el cepillo, el peine, el secardor... En cuanto tenga un poquito de pelo en la cabeza que nos permita recogerlo, debemos empezar a ponerle gomas elasticas para que se habitúe a ellas. Empezaremos por ponerlas muy flojitas, sin que le tire nada del pelo y procurando no recogerle las pestañas y que no le tire de los ojos. Debe hacerse con mucho mimo, para que se sienta a gusto. Le hablaremos suavemente, y le haremos caricias para que se asocie este acto con algo agradable. Si lo acicalamos antes de salir de paseo, les entusiasmará, porque enseguida asocian que despues del cepillado viene el paseo.

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